Lo recomendable es acudir al médico siempre para que sea un profesional quien realice el diagnóstico y las indicaciones a seguir.
En este caso, las medidas que se toman van encaminadas a paliar los síntomas de la fiebre y del malestar, aconsejando principalmente paracetamol.
Los pequeños tienden a deshidratarse, por lo que especialmente hay que cuidar la hidratación.
También se aconseja seguir una dieta blanda, aunque en estos días a los pequeños se les suela quitar el apetito o les cueste comer. Evitando la ingesta de ácidos como los zumos de naranja, por ejemplo, y apostando por alimentos templados llegando a fríos para no aumentar el dolor de las llagas.