Lunes, 30 de Junio de 2025
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La nueva campaña “No dejes que te apague. Vacúnate contra la meningitis B” pone el foco en la adolescencia, una etapa especialmente vulnerable a la circulación del meningococo B debido a la intensa vida social y a la convivencia frecuente en aulas, residencias y espacios deportivos. Por ello, el objetivo de esta iniciativa es ofrecer a las familias información clara y rigurosa sobre la enfermedad, sus posibles complicaciones y la importancia de la inmunización como medida de protección. Asimismo, se busca facilitar el acceso a la vacuna a través de la red de centros de Grupo IHP, que prestan atención a pacientes de todas las edades. De este modo, la entidad refuerza su compromiso con la prevención de enfermedades infecciosas y anima tanto a padres y madres como a los propios adolescentes a actuar con responsabilidad y protegerse sin dejar margen al azar.
¿Qué es la meningitis B?
La meningitis B está causada por la bacteria Neisseria meningitidis del serogrupo B, uno de los agentes infecciosos más agresivos en la infancia y la adolescencia. Esta bacteria puede alojarse de forma silenciosa en la nariz y la garganta, especialmente en adolescentes, y transmitirse fácilmente a través de las gotas respiratorias. Sin embargo, cuando logra atravesar las barreras naturales del organismo e invade la sangre o las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, puede desencadenar cuadros graves como la meningococcemia o la meningitis. Ambos procesos avanzan con gran rapidez y requieren atención médica urgente, ya que su evolución puede ser imprevisible incluso con tratamiento precoz.
Consecuencias de la meningitis B para la salud
Aunque su incidencia es baja, la enfermedad presenta una elevada gravedad clínica, ya que su índice de mortalidad oscila entre el diez y el quince por ciento incluso con tratamiento hospitalario. Además, hasta uno de cada cinco supervivientes arrastra secuelas permanentes, como pérdida de audición, daño cerebral, problemas renales, cicatrices extensas o amputaciones. Como consecuencia, estas complicaciones no solo condicionan el proyecto vital del adolescente, sino que también generan un impacto emocional y social significativo en su entorno más cercano.
Beneficios de la vacunación contra la meningitis B
La inmunización representa, a día de hoy, la única herramienta capaz de frenar la enfermedad antes de que llegue a manifestarse. En este sentido, existen actualmente dos vacunas específicas frente al meningococo B, Bexsero y Trumenba, que se administran en dos dosis de la misma marca, con un intervalo de un mes en el primer caso y de seis meses en el segundo. Ambas han demostrado un perfil de seguridad excelente, ya que las reacciones más frecuentes se limitan a dolor en la zona de la inyección, febrícula o cansancio leve, síntomas que suelen resolverse en uno o dos días.
Cabe señalar que se trata de una vacuna de ámbito privado, no financiada por el Sistema Nacional de Salud ni por las aseguradoras. Por tanto, es necesario acudir a un centro de vacunación como es Grupo IHP para administrar las dosis correspondientes y prescritas por los expertos.
Además, vacunar en la adolescencia no solo protege al individuo durante los años de mayor actividad social, sino que también reduce la circulación de la bacteria, contribuyendo así a la protección de lactantes y personas especialmente vulnerables. Por todo ello, completar la pauta vacunal supone encender una barrera de prevención eficaz que evita que la meningitis B apague los planes, la salud y la energía de toda una generación.
Con la campaña “No dejes que te apague. Vacúnate contra la meningitis B”, Grupo IHP refuerza su compromiso con la prevención en la adolescencia, promoviendo la vacunación dentro de su labor continua de concienciación y protección de la salud.