Expertos en psicología y neuropsicología de Grupo IHP destacan los beneficios que tiene el neurofeedback para tratar a niños con problemas de atención e impulsividad.
Así lo ha explicado María Hidalgo Lechuga, psicóloga del grupo pediátrico, quien ha asegurado que este procedimiento terapeútico “está teniendo muchísimo éxito” en el tratamiento de la ansiedad, del estrés, de la depresión y las adicciones, además de en distintos desórdenes de la atención temprana en la infancia, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno específico del lenguaje o en síndrome de Asperger, entre otros”.
Según ha detallado María Hidalgo, es un tratamiento no invasivo sin efectos secundarios y “completamente compatible con la medicación y otro tipo de terapias”. “El neurofeedback aporta muchos beneficios a nivel cognitivo, mayor control del impulso, además de un aumento de la atención y, a nivel de la autorregulación emocional y conductual, se hace un control de distintas variables físicas, logrando un estado de calma y relajación”, ha añadido
El neurofeedback es un procedimiento terapéutico basado en el biofeedback, un tipo de terapia que se emplea para controlar las funciones fisiológicas que “consiste en mostrarle al paciente el comportamiento de las diversas ondas cerebrales para que tome conciencia de ellas y las manipule, logrando el control de la estimulación de la corteza cerebral”, como ha indicado la psicóloga.
Grupo IHP, desde su área de Psicología, ofrece el neurofeedback como una técnica especial para sus pacientes. La psicóloga María Hidalgo Lechuga y la neuropsicóloga Tamara Gómez Invernón son las encargadas de llevar a cabo este procedimiento terapéutico.
Tal y como ha explicado Tamara Gómez, realizan una primera consulta de entrevista para valorar qué tratamiento es el más adecuado en cada caso, ya que se puede llevar a cabo uno combinado de neuropsicología y neurofeedback para abordar problemas de atención e impulsividad, o de psicoterapia y biofeedback para casos de ansiedad, depresión y estrés. Asimismo, es posible hacer un tratamiento empleando únicamente neurofeedback.
En este sentido, la neuropsicóloga de Grupo IHP ha detallado que las sesiones de neurofeedback tienen una duración de 45 minutos y se recomienda realizar de dos a tres sesiones por semana, aunque el mínimo es de una semanal. Al inicio de cada sesión, se efectúa una evaluación inicial de la actividad cerebral para valorar el trabajo que realizar ese día. A través de un vídeo o de un juego, se promueve que el paciente permanezca concentrado, de forma que si no llega a un umbral de atención marcado por el especialista, el vídeo o el juego se pausa hasta que el paciente vuelva a alcanzar el nivel de concentración fijado. Al finalizar la sesión, se hace de nuevo una evaluación sobre el trabajo realizado. Según ambas especialistas, la mejora de la concentración y de la autorregulación emocional y conductual suele apreciarse a partir de la vigésima sesión.