Grupo IHP, de la mano del equipo de Orthopediátrica, ofrece a sus pacientes pediátricos los yesos waterproof, escayolas resistentes al agua para tratar fracturas y esguinces, así como otro tipo de inmovilizaciones.

En este blog abordamos los avances en la técnica de la escayola y las ventajas más destacadas de este innovador procedimiento.

¿Qué pasa si mi hijo se baña con el yeso? 

Hasta ahora, con los materiales tradicionales de la escayola (yeso y algodón), la recomendación era no mojar el yeso, hasta el punto de que si sucedía de manera accidental había que cambiarlo.

Además, la humedad del algodón generaba daños en la piel y picores, siendo muy incómodo para el paciente pediátrico, que no podía tener una higiene adecuada ni disfrutar de las actividades acuáticas propias del verano. 

Por su parte, los yesos waterproof han cambiado totalmente la experiencia de los pacientes pediátricos respecto a los tradicionales y su composición los convierte en lavables, hidrorrepelentes y transpirables. De esta forma, se minimizan las limitaciones que supone llevar la escayola durante el período estival.

Cinco ventajas del yeso waterproof

1. Es sumergible. A los cinco minutos de llevarlo ya se puede mojar. Esto permite que los pacientes con escayola puedan bañarse o ducharse y disfrutar del mar o la piscina durante el verano con normalidad. También les facilita la rutina de higiene diaria y la realización de actividades deportivas acuáticas.
2. Apto para cualquier edad. Este tipo de yeso puede ser utilizado tanto por los niños como por los adultos y está disponible en diferentes colores.
3. Elaborado con materiales de última generación. A diferencia de la escayola tradicional, el yeso waterproof está compuesto por una venda de fibra de vidrio/poliéster y una capa de relleno especial, que se aplica directamente sobre la piel del paciente.
4. Ligero, rápido y transpirable. Su fabricación con policarbonatos hace que pese la mitad que una escayola tradicional. Además, se coloca en pocos minutos y es transpirable, por lo que protege la piel y evita incomodidades como los picores o el mal olor.
5. Invisible en las radiografías. Esto facilita las revisiones por parte de los especialistas en traumatología, ya que pueden ver a través del yeso sin necesidad de retirarlo.