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El Dr. Ignacio Salamanca, coordinador de la Unidad de Investigación de Grupo IHP, advierte que la anticipación a través de la vacunación, que previene y protege, resulta determinante para disminuir complicaciones y contribuir a contener la presión asistencial.
Grupo IHP alerta del inicio temprano y la elevada intensidad de la temporada gripal 2025–2026 en un contexto de aumento de las infecciones respiratorias. Ante esta situación, los especialistas del grupo pediátrico andaluz sitúan como objetivo principal la vacunación antigripal de la población infantil, en línea con las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría y con las comunidades autónomas que ven la necesidad de ampliar progresivamente la edad de vacunación. A este objetivo se suma la vacunación de padres, madres y convivientes de menores de 5 años, con el fin de reducir la transmisión en el hogar y reforzar la protección de los más pequeños.
Atendiendo a los datos más recientes del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA), la tasa de síndrome gripal se sitúa en 164,6 casos por 100.000 habitantes, con intensidad epidémica media, una cifra que supera el pico registrado en las tres temporadas previas, según el análisis comparativo publicado recientemente.
El informe de vigilancia recoge, asimismo, un aumento de las infecciones respiratorias agudas en Atención Primaria y un incremento de los cuadros respiratorios en menores, con más episodios de bronquitis y bronquiolitis en edades inferiores a 5 años. El Dr. Ignacio Salamanca, coordinador de la Unidad de Investigación de Grupo IHP, señala que la evolución en otras comunidades anticipa un incremento en los próximos días: “En territorios como Madrid o Cataluña se está observando una incidencia superior a la de los últimos años, con un ascenso muy marcado, y es previsible que esta tendencia alcance a la población andaluza en el corto plazo”.
Desde Grupo IHP insisten en la anticipación, que previene y protege, resulta determinante para disminuir complicaciones y contribuir a contener la presión asistencial. En este sentido, El Dr. Salamanca subraya que “esperar a un aumento generalizado de casos dificulta el control de la transmisión: el mensaje sanitario debe centrarse en vacunarse antes de que la situación se intensifique”.
El Dr. Ignacio Salamanca añade que la vacunación mantiene beneficios clínicos incluso en escenarios de variantes nuevas del virus: “La vacuna contribuye a reducir la gravedad y el riesgo de complicaciones, como neumonías, otitis o ingresos hospitalarios, y esto es porque a través de la vacuna se entrena el sistema inmune, por lo que las personas no vacunadas presentan un mayor riesgo de desarrollar cuadros más severos”.
La prioridad de la vacunación infantil
Los especialistas de Grupo IHP recuerdan que la vacunación antigripal es una herramienta clave para reducir la enfermedad y sus complicaciones. Así, la vacunación en niños y niñas es la medida con mayor impacto poblacional para frenar ingresos y la transmisión de la infección. Además, y de forma complementaria, la inmunización de convivientes contribuye a disminuir la circulación del virus en el hogar y a evitar complicaciones, especialmente cuando hay lactantes, menores con patologías de riesgo o convivencia con personas mayores o con condiciones crónicas.
El grupo pediátrico llama la atención sobre la baja cobertura vacunal en la población de 2 años a pesar de estar dentro del calendario financiado, una franja en la que reforzar la captación puede resultar especialmente relevante en una temporada de alta intensidad.
Como medidas preventivas complementarias, Grupo IHP aconseja mantener una adecuada higiene de manos, aplicar higiene respiratoria al toser o estornudar, ventilar de forma regular los espacios cerrados y, si aparecen síntomas compatibles, utilizar mascarilla al estar en contacto con población vulnerable. Asimismo, recomienda consultar con el pediatra ante signos de alarma o empeoramiento clínico, con especial precaución en lactantes y otros menores.





