Cuando un bebé llega al mundo antes de tiempo, los padres y madres conviven con dudas e inquietudes relacionadas con la salud y los cuidados de su hijo.

Entender las necesidades de estos neonatos prematuros que nacen en condiciones extraordinarias y tener acceso a una información detallada son aspectos importantes para paliar la incertidumbre y favorecer la tranquilidad de las familias.

La Dra. María Dolores Gómez Bustos, neonatóloga de Grupo IHP, nos habla del abordaje actual de la prematuridad y del enfoque humanizado de la asistencia médica que contribuye a mejorar el desarrollo de estos recién nacidos.

¿Cuándo se considera a un bebé prematuro?

La prematuridad se puede clasificar en tres categorías, según la edad gestacional en la que nace el bebé.

• Prematuros extremos: nacen antes de las 28 semanas de gestación y presentan un peso menor a 1 kg.
• Prematuros moderados: nacen antes de la semana 34 de gestación y su peso puede estar en los 1500 g variables.
• Pretérminos tardíos: nace entre las 34 y 36 semanas de gestación. Su peso puede acercarse a los 2 kg.

Problemas más comunes de los bebés prematuros

Los bebés prematuros se enfrentan a diversos desafíos debido a su desarrollo inmaduro. Entre los problemas más comunes se encuentran las dificultades en la succión y la deglución a la hora de alimentarse, en la regulación de la temperatura corporal, retrasos en el desarrollo físico y cognitivo o aumento de riesgos de infecciones. Aunque cada prematuro es único y la gravedad de los problemas puede variar, la atención médica especializada y la intervención temprana son esenciales para su salud.

La Dra. María Dolores Gómez Bustos destaca que gran parte de los nacidos antes de tiempo superan estos desafíos y logran una calidad de vida, desarrollo y crecimiento óptimos con el tiempo.

Humanización de los cuidados de los bebés prematuros

Este enfoque médico actual reconoce la singularidad de cada bebé prematuro y busca proporcionar cuidados centrados en el paciente y su familia, evitando una intervención  médica invasiva y proporcionando atención emocional a los padres y madres.

1. Fomentar la comunicación abierta y constante entre los profesionales de la salud y los padres es esencial.
2. Facilitar el contacto piel con piel entre los padres y madres y los neonatos prematuros, conocido como el “método canguro”, es fundamental para regular la temperatura corporal y fortalecer el vínculo afectivo.
3. Crear un entorno adaptado a las necesidades específicas de estos bebés es esencial para su desarrollo.

¿Cómo cuidar en casa a un bebé que ha estado en la incubadora?

Los bebés que han estado en la incubadora necesitan cuidados especiales en casa para ayudar a su desarrollo y crecimiento. Por ello, existen varios aspectos importantes que los padres y madres deben tener en cuenta.

• Alimentación. Los prematuros pueden tener dificultades para alimentarse, por lo que es importante que los padres reciban asesoramiento de un especialista sobre cómo actuar de forma adecuada.
• Temperatura corporal. Estos bebés tienen más dificultades para regular su temperatura corporal, por lo que es importante mantenerlos en un ambiente cálido.
• Higiene. Es importante mantener la piel del bebé limpia y seca para evitar infecciones.
• Sueño. Los prematuros suelen necesitar más horas de sueño que los que han nacido a término.
• Estimulación. Es importante estimular a estos neonatos a través del contacto físico o el habla.

En Grupo IHP contamos con especialistas en neonatología encargados del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los bebés durante los primeros 28 días de vida. Los principales pacientes de los neonatólogos son los recién nacidos, sean prematuros o no, que están enfermos o requieren unos cuidados especiales.