Si tu hijo tiene mocos, debes saber que es algo bueno, una defensa natural del organismo y una señal del óptimo funcionamiento de las mucosas. A pesar de su mala fama, el papel de los mocos es el de actuar envolviendo y facilitando la expulsión de los gérmenes que pasan a través de la nariz y la boca, por lo que su producción es un mecanismo inmunitario y natural frente a las infecciones.
Sin embargo, los padres y madres ven cómo la aparición de los mocos altera el confort diario de los más pequeños, y es frecuente que, preocupados, acudan a la consulta del pediatra para saber su causa y tratamiento. La Dra. María José Gil, coordinadora del área de Pediatría de Grupo IHP Huelva, nos habla sobre las principales dudas, y también mitos, que rodean los molestos, pero efectivos mocos.