La celiaquía es una enfermedad crónica y autoinmune que afecta al sistema digestivo y que se desencadena en niños y adultos con predisposición genética cuando consumen alimentos que contienen la proteína del gluten presente en los cereales (trigo, avena, cebada, centeno). El diagnóstico temprano y el manejo adecuado de la celiaquía es fundamental para garantizar el bienestar del niño a largo plazo. A través de pruebas y procedimientos precisos, y siguiendo consejos prácticos, podemos ayudar a los #GrandesPequeños a llevar una vida sana y sin complicaciones relacionadas con la celiaquía.
En este artículo abordamos la importancia de diagnosticar cuanto antes la enfermedad, así como las técnicas utilizadas para su detección. Además, proporcionamos valiosos consejos para orientar a padres y madres a la hora de cuidar de sus hijos celíacos.
Se estima que el 75% de las personas que padecen esta enfermedad en España no están diagnosticadas y un factor que podría influir en la dificultad para su detección es que los síntomas pueden variar ampliamente. Algunos indicadores comunes incluyen problemas gastrointestinales repetidos, retraso en el crecimiento y desarrollo, fatiga, anemia y cambios en el estado de ánimo. Nuestros especialistas recomiendan observar al niño y consultar con el pediatra lo antes posible.
El diagnóstico temprano de la celiaquía en niños es importante porque podría evitarse así complicaciones a largo plazo. La prueba inicial para la detección de la celiaquía es un test rápido de sangre que busca la presencia de anticuerpos específicos, como la transglutaminasa tisular de tipo IgA y los anticuerpos antiendomisio (EMA). Si los resultados son positivos, para confirmar el diagnóstico se realizará una biopsia intestinal, una prueba invasiva pero no dolorosa. Durante la biopsia se extrae una pequeña muestra de tejido del intestino delgado para analizarla en busca del daño característico de la enfermedad.
El único tratamiento disponible para la enfermedad celíaca es el seguimiento de una dieta estricta libre de gluten para toda la vida, lo que conduce a la desaparición de los síntomas y a la recuperación del daño intestinal en la mayoría de los pacientes.
Por ello, y para hacer frente a los cambios que se desencadenan una vez se diagnostica la celiaquía, los especialistas recomiendan:
- Asegurar que tanto el niño como su entorno estén informados sobre la celiaquía y los alimentos que deben evitarse.
- Comprobar siempre las etiquetas de los alimentos para identificar si contienen ingredientes con gluten.
- Cocinar diariamente sin gluten y evitar cualquier posibilidad de contaminación cruzada.
- Brindar apoyo emocional al niño, ya que puede sentirse excluido en ciertas situaciones sociales debido a su dieta.
En Grupo IHP contamos con especialistas en digestivo y nutricionistas que tratan y acompañan a los #GrandesPequeños celíacos para que mejoren su calidad de vida. Además el grupo pediátrico andaluz ha llevado a cabo un cribado masivo para la detección de la celiaquía y sesiones informativas con el objetivo de que las familias entiendan en qué consiste esta enfermedad y cómo se debe actuar para recomponer la salud del niño.