Todos tenemos lunares. Suelen presentarse como pequeños círculos marrones sobre la piel y se producen por la acumulación de melanina. Lo habitual es que aparezcan durante la infancia y adolescencia y pueden cambiar, crecer e incluso desaparecer con el tiempo. Generalmente, los lunares son inofensivos, pero pueden volverse cancerosos. 

La Dra. María José Gil Domínguez, coordinadora del área de Pediatría de Grupo IHP en el Hospital QuirónSalud Huelva, asegura que es fundamental vigilar los cambios que experimentan los lunares para saber si hay riesgo de melanoma. En este vídeo, la especialista del grupo pediátrico andaluz nos explica en qué consiste el método ABCDE y qué tipo de cambios nos indican que debemos acudir a un profesional.