El verano es una época maravillosa para disfrutar al aire libre con nuestros bebés, pero también requiere precauciones adicionales para cuidar de su salud y bienestar. Desde la protección solar hasta el baño en piscinas o playas, el objetivo es mantener a nuestros #GrandesPequeños sanos en una etapa vital, su primer año de vida, en la que son vulnerables a los cambios de temperaturas y al sol implacable de los meses más cálidos.
Teniendo en cuenta estos diez consejos, puedes ayudar a que tu bebé esté protegido, hidratado y cómodo durante la temporada estival. Pero recuerda consultar a tu pediatra ante cualquier duda para obtener orientación adicional.
¿Cuáles son los principales cuidados de un recien nacido en verano?
- Evita las horas de mayor calor. Intenta limitar la exposición de tu bebé al sol durante las horas de pico de calor, generalmente entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde. Durante este tiempo, busca áreas sombreadas o quédate en espacios interiores con aire acondicionado.
- Protección solar. Aunque los bebés menores de seis meses deben evitar toda exposición directa al sol, si sales a la calle puedes vestirlo con ropa ligera que lo cubra y un sombrero adecuado. A los mayores de seis meses puedes protegerlos adicionalmente con una crema solar formulada para su edad. Aplícala en áreas expuestas como la cara, los brazos y las piernas.
- Sombreros y ropa ligera. La ropa de algodón transpirable es ideal para mantener a tu pequeño fresco y protegido. Recuerda que el recién nacido no necesita más ropa que los adultos, por lo que no lo abrigues en exceso. Añade un sombrero de ala ancha a la mochila de paseo y úsalo siempre para evitar que lo dañe el sol.
- Hidratación constante. En los días calurosos es fundamental mantener a los bebés hidratados. Ofrece leche materna o de fórmula con más frecuencia y si ya ha comenzado la alimentación complementaria, puedes ofrecerle pequeñas cantidades de agua fresca en un biberón o taza para bebés.