Aunque cada bebé es diferente y tiene, por tanto, un desarrollo único, existen diferentes hitos que, en terminos generales, podemos apreciar cuando el bebé llega a los 4 meses de edad.
En este sentido, es especialmente característico que es en este momento cuando vemos que ya sostienen solos su cabeza, comienzan a emitir balbuceos y empiezan a ser seres más sociables. Esto último conlleva que no querrán encontrarse solos, sino que demandarán tiempo y compañía mediante el llanto o sonidos que representan llamadas de atención.
La Dra. Carmen de la Torre, pediatra de Grupo IHP, ayuda a los padres que han entrado o van a entrar en esta etapa analizando los puntos más caracterísiticos del desarrollo del bebé, así como las principales cuestiones que deben tener en cuenta para acompañarlos en este crecimiento.
Según la Dra. de la Torre, a lo cuatro meses, el pequeño estará en su época más ‘cotilla’. “Curiosidad pura. Se quedan embobados mirando a los adultos cuando hablan, todo les llama la atención y están atentos a cualquier cambio en su entorno. Físicamente pesan una media de 7 kilos y miden una media de 64 cm, aunque esto es muy variable”, explica.
“A esta edad ya sujetan la cabeza sin problemas, tanto estando tumbados boca abajo como cuando están en brazos. Son capaces de coger objetos con las manos, soltarlos y llevarlos a la boca”, nos explica la pediatra. Es una de las épocas más dulces del bebé ya que "sonríen mucho, se ríen a carcajadas, fijan la mirada en el adulto que les mira y les hace carantoñas. Son capaces de repetir gestos que les hagamos y también empiezan a descubrir su propia voz haciendo gorgoritos o pequeños balbuceos”. Además, “su vista se desarrolla y descubren sus propias manos y están todo el día con ellas en la boca. Aunque esto no quiere decir que estén empezando las molestias de dentición, simplemente es una fase de descubrimiento”, aclara la doctora.
Y es que, a los 4 meses el sentido de la vista cambia de forma espectacular. “Hasta entonces los bebés ven con pocos colores, sin definición y las primeras semanas de vida el cerebro aún no ha aprendido a colocar las imágenes correctamente de forma que perciben las imágenes del revés”, señala de la Torre. A partir de los 3 ó 4 meses empiezan a ver de forma similar a como vemos los adultos y niños más mayores, es decir, “la vista alcanza definición, se abre el abanico de colores y son capaces de distinguir objetos cercanos y también más lejanos. Toda esta ‘explosión visual’ es la responsable de que a esta edad se 'aburran' en la cuna o el capacito del coche de paseo. Van a preferir ir semisentados en la sillita o pasar tiempo en la hamaca, en brazos de los padres o en la mochila de porteo, donde todo su campo de visión se amplía”, detalla la especialista.
Debido a este gran desarrollo en el sentido de la vista, se recomienda la estimulación visual aunque la pediatra nos aclara que: “No es aconsejable intentar ‘acelerar’ su desarrollo. A esta edad muchos padres te preguntan cuándo pasarles a sillita en el coche o a trona. No es aconsejable hacerlo hasta que son capaces de quedarse sentados sólo sujetándolos por la zona lumbar de la espalda y que la cabeza no se vaya a los lados. Debemos ser respetuosos con el desarrollo de cada bebé, esto no es una carrera. Recomendaría mucho movimiento libre en suelo, sobre una superficie acolchada y aislada del frío, colocando al bebé tanto boca arriba como boca abajo, estimulando su vista con juguetes de diferentes colores y texturas, de un tamaño suficientemente grande como para que no se los puedan tragar y homologados para su edad”, aconseja. Y asegura que el “gimnasio de bebés es el juguete estrella en este momento del desarrollo”.
Es importante destacar que muchos bebés a esta edad ya se sientan solos con apoyo. La evolución motora del niño es muy rápida en estos primeros meses por lo que es normal que a partir del cuarto mes ya “se queden sentados con apoyo, por ejemplo, el respaldo de la sillita o de la trona. Algunos empiezan a intentar girar sobre si mismos estando tumbados, aunque la gran mayoría de niños consigue este hito más adelante”, explica la Dra. Carmen de la Torre.
Este momento suele ser una etapa complicada para los bebés, ya que suelen sufrir la conocida como regresión de los cuatro meses. Está relacionada con la maduración y evolución del bebé y, en mayor o en menor medida, todos los niños pasan por ella. “En esta regresión los ciclos del sueño van añadiendo fases nuevas y en cada fin e inicio de nuevo ciclo del sueño el bebé tiene un microdespertar. Es más fácil que se despierte al mínimo estímulo o, sencillamente, que no sepa ‘enganchar’ un ciclo del sueño con otro. Hay que armarse de paciencia y repetir de forma castrense horarios y rutinas”, recomienda la doctora.
Las vacunas de los cuatro meses correspondientes al Calendario Oficial e incluidas en financiación en todo el territorio español son:
Fuente: Hola.com