La Fundación IHP colabora con la
Fundación Carlos Espigares para ayudar a los más pequeños con problemas de conducta y capacidades diferentes a modificar patrones que les ayuden a desarrollar lo mejor de sí mismos y mejorar su salud física y psicológica.
Gracias al apoyo desinteresado de los monitores, estos niños pueden disfrutar cada día de las múltiples ventajas que les ofrece el contacto tanto con caballos como con ponis.
"El cambio en la conducta es sorprendente gracias al trato con los animales", afirma Antonia Alonso Ferrayoli, secretaria de la Fundación.