7. Busca actividades que estimulen su creatividad.
Esto también puede ayudarle a canalizar sus emociones. Y tampoco te sientas culpable si ven la televisión más de lo habitual, es normal y hay que ser flexibles.
8. Realiza actividad física en familia dentro de las posibilidades de tu casa, como hacer coreografías, saltar..., así como actividades de mindfulness o relajación para niños.
9. En condiciones de estrés, y más aún confinados en casa, es posible que los niños se muestren más exigentes con los padres, o que los enfados y rabietas se hagan más difíciles de controlar.
Es el momento de ser algo más tolerantes con algunas de las conductas infantiles que normalmente no les permitiríamos, como correr por la casa, jugar con el balón... sin olvidarnos de las normas y límites básicos.
Si las peleas entre hermanos son demasiado frecuentes, debes tomar el control.
10. Evita información o actitudes que contribuyan al estigma, como que el virus lo han traído de fuera, etc.
Muéstrale, por el contrario, ejemplos positivos de la sociedad (profesionales sanitarios que atienden a todo el mundo, vecinos que se ofrecen a ayudar a los mayores, trabajadores de supermercados), ejemplos de generosidad y amabilidad, y cómo nos están ofreciendo ayuda los países que tienen más experiencia con la infección.
Y recuerda que, como padres, también es la primera vez que os encontráis ante una situación de crisis como esta, así que sé indulgente también contigo mismo si en algún momento crees que no manejas la situación tan bien como te gustaría.
Mantente atento al comportamiento y las expresiones de malestar de tus hijos. Si bien es normal que se muestren algo más alterados, sobre todo ante el confinamiento en casa, hay ciertas conductas que no debes pasar por alto: