El epidemiólogo andaluz Francisco Giménez Sánchez se formó en el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (CDC), uno de los más importantes de Estados Unidos, y ha trabajado en el Instituto Carlos III de Madrid, donde fue jefe de sección de enfermedades tropicales y salud internacional, y el Hospital Torrecárdenas de Almería, donde ejerció como jefe del Servicio de Infectología Pediátrica. Actualmente presta sus servicios en Grupo IHP. Aunque secunda las duras medidas de aislamiento adoptadas en España e Italia (“son necesarias para ganar tiempo y tratar de proteger del colapso al sistema sanitario”, dice), considera que “puede ser también válida” la estrategia que, de momento, mantiene Reino Unido de no aislar a su población ni cerrar comercios.
- El coronavirus se ha extendido a más de 110 países y la OMS ha tenido que declarar la pandemia. ¿Estamos ante una emergencia sanitaria sin precedentes?
- Aunque la Organización Mundial de la Salud acaba de declarar la pandemia, ya hemos tenido otros virus de estas características. La última pandemia la tuvimos en 2009-2010 con un virus de la gripe que sigue con nosotros y que es el que contiene la vacuna actual de la gripe. Lo normal es que el coronavirus se vaya extendiendo por el resto del mundo, como el virus de la gripe.
- El coronavirus tiene precedentes pero no la alarma que se ha desatado ni las medidas adoptadas por los gobiernos de muchos países, el nuestro incluido.
Éste es el tercer coronavirus que tenemos y, como digo, es un virus conocido desde hace muchísimos años. Tuvimos el SARS1, que desapareció; luego el MERS, en Oriente Medio, que aún lo tenemos en algunos países. El SARS2 es la enfermedad que produce el Covid-19, que es el nuevo coronavirus.
- ¿El SARS1 produjo tantos muertos como éste?
No, pero produjo también un número importante. A España no llegó pero sí a algunos países europeos. El nivel de transmisión de este coronavirus es más alto que el SARS1 pero su tasa de mortalidad es inferior.
- Se han publicado muchas informaciones sobre esto desde que se conoció el primer caso. La portavoz del SAS hablaba hace tres semanas del 2,5 por ciento de los infectados pero ahora se habla del 3,5 e incluso del 5.
La tasa de mortalidad de la que se habla es muy relativa. Para calcularla hay que tener un denominador y un numerador. Si tenemos 1.000 casos y mueren 10, la mortalidad es del 1 por ciento. Pero el numerador no está claro en este tipo de virus porque hay muchos casos asintomáticos y con una sintomapatología muy breve que no se diagnostica porque no se le hace la prueba. Seguramente el numerador es mucho más alto de lo que es, de modo que la mortalidad debe de ser bastante más baja de la que se dice. En China se está hablando actualmente de una mortalidad del 0,7 por ciento, pero sobre los diagnosticados. La mortalidad del coronavirus podría ser inferior a esa tasa.
- Ángela Merkel dice que el 70 por ciento de los alemanes se contagiarán de coronavirus.
El número de contagiados oficiales en España es inferior al real por lo que acabo de decir. Respecto a Alemania, creo que Merkel ha sido muy valiente al decir esto y en esa cifra incluye evidentemente a todos, sobre todo, a los que pasarán la enfermedad sin síntomas o con síntomas leves, que serán la inmensa mayoría. Entre un 25 y un 60 por ciento de los españoles pasa la gripe cada temporada y no hay por ellos que asustarse ni dejar de ir al supermercado.
- En España murieron el pasado año de gripe 6.300 personas y de coronavirus han muerto menos de doscientas. Sin embargo, la alarma es infinitamente mayor.
La mortalidad de la gripe es mucho mayor que la del coronavirus porque afecta a una población enorme y no creo que el coronavirus, cuando acabe la temporada, supere esa cifra. No se pueden descartar más muertes en Andalucía pero estarán lejos de las de la gripe, aunque esto no lo vamos a saber hasta dentro de unos meses. Es cierto que la gripe mató a unas 6.000 personas en toda España el pasado año pero hasta que no pase la epidemia de coronavirus no podremos compararlo. A nivel mundial sí puede afirmarse ahora mismo que la gripe causa más muertos que el coronavirus.
- Las cuarentenas les resultan exageradas a algunas personas. ¿Qué les diría?
No creo que sean exageradas y esto ha ocurrido otras veces. Cuando una persona se pone mala con fiebre se queda una semana en casa hasta que se le pase. Parece que esto es muy extraordinario pero se hace desde hace cincuenta años y es una cosa normal desde la época de nuestros abuelos.
- Lo que pasa es que se está diciendo a gente que no tiene fiebre y que está aparentemente bien que se quede en casa.
Pero es muy importante que las personas asintomáticas no trasmitan la enfermedad, especialmente a personas más vulnerables como los mayores o con patologías previas. Se insiste con razón en que las personas que tengan síntomas leves no vayan al hospital.
- ¿El aislamiento de toda España es una medida imprescindible desde un punto de vista sanitario?
Es una medida lógica en cuanto se quiere contener la propagación de la enfermedad. Si tenemos muchos casos en un periodo corto de tiempo, es muy probable que algunos de ellos sean graves y acaben en las unidades de cuidado intensivo de los hospitales. El sistema correría entonces peligro de colapsarse.
- ¿El primer objetivo de estas medidas sería entonces ganar tiempo para proteger al sistema sanitario?
Si esta infección se agudiza en un corto espacio el sistema puede colapsarse y no ser capaz de atender a todos los pacientes. Si logramos ralentizar el ritmo de infecciones, el sistema dará una respuesta eficaz. Cuanto más tiempo logremos que no se propague el virus, su recorrido será menor. El virus necesita una persona para seguir viviendo.
- Hay quien dice que se está intentando matar a este virus a cañonazos.
Hay que ir adoptando medidas según se vaya comportando la infección. Cuando tuvimos la pandemia de la gripe A, recuerdo que al final mucha gente dijo que se creó demasiada alarma y que no había sido para tanto. Pero aprendimos muchas cosas, por ejemplo, que los médicos teníamos que ponernos las mascarillas, los guantes, etcétera, que antes no utilizábamos.
- Las medidas contra la gripe A no fueron tan fuertes ni generalizadas.
No se consideró necesario tomar medidas con la población pero sí se tomaron medidas de protección y aislamiento en los hospitales muy parecidas a las actuales. Las medidas de contención aplicadas ahora han creado una gran alarma en la población, pero tienen el objetivo de frenar la propagación. Mucha gente no entiende que si hablamos de una patología, en general, leve, se suspendan las Fallas de Valencia, pero todo tiene ese objetivo. Hablamos de la contención de la enfermedad y de proteger a las personas más vulnerables de sus efectos, como son las personas mayores, inmundodeprimidas o con patologías previas.
- Boris Johnson ha optado por no tomar medidas de este tipo para no perjudicar la economía de su país. Dice que es mejor que se inmunice la población cogiendo el virus. ¿Qué opina?
Puede ser también una estrategia válida, con un impacto, en principio, más bajo para la economía. Lo que está claro es que sin medidas como las adoptadas en España y el resto de Europa el contagio será mayor y el riesgo de que se colapse el sistema sanitario en el Reino Unido será, a priori, más alto. El tiempo dirá si le sale bien o no.
- Tras decretarse el estado de alarma en España resultaba inevitable suspender las procesiones de Semana Santa. ¿Cuál es su opinión?
La evolución natural del coronavirus, a la vista de los casos indica que los casos aumentarán en una o dos semanas en progresión geométrica. Hay que estar preparados porque los resultados de estas medidas no se van a notar en 48 horas sino en diez o quince días. En el momento en que se ralentice el número de casos nuevos y de pacientes hospitalizados, se podrán empezar a levantar gradualmente esas medidas, entre otras cosas, porque los que hayan pasado la enfermedad estarán ya inmunizados. Es lo que llamamos «efecto rebaño». Confío también en que cuando llegue el verano al hemisferio norte, el virus remita.
- En Sevilla y casi toda Andalucía las temperaturas han superado los 25 grados este semana con días como el miércoles 11 de marzo en el que se superaron los 30. ¿Ayudarán a matar al virus?
Los estudios de laboratorio indican que sí. Si yo estornudo sobre una mesa, el virus suele durar vivo una hora o menos. En condiciones de frío, puede durar, sin embargo, ocho horas. El virus es termosensible. Con el calor también salimos más, estamos más en la calle y nos hacinamos menos en lugares cerrados. A principios de verano, guarderías y colegios están de vacaciones y habrá lógicamente menos transmisión. Pero eso es lo que tenemos que ver en los próximos meses.
- ¿Todas las personas portadoras del virus transmiten la enfermedad en la misma proporción?
No. Las personas que pasan la enfermedad sin síntomas o con pocos síntomas la transmiten en mucha menor proporción que el resto. Esto es una característica común a todas las enfermedades respiratorias: el que tose mucho tiene más posibilidades de transmitirla que el que apenas tose o no tose nada.
- En Madrid y el norte de España el ritmo de contagio está siendo muy superior. ¿Hay alguna explicación científica?
Madrid es la ciudad más visitada de España y tiene cierto sentido. No sabemos hasta qué punto las temperaturas han tenido que ver en su propagación, pero los virus no tienen fronteras. Ahora estamos contando todos los casos de contagios pero cuando crezcan mucho entiendo que sólo hablaremos de los casos hospitalizados.
- ¿Por qué este virus afecta menos a los niños?
El sistema inmunológico de los niños es distinto al de los adultos y las primeras publicaciones que vienen de China confirman que los niños tienen un cuadro más leve que los adultos, aunque no se sabe muy bien por qué. Esto también pasó con el ébola, un virus con mucha mayor mortalidad que el coronavirus y que también sufrían menos los niños que los adultos. Lo que tampoco se debe olvidar es que los niños son grandes transmisores de enfermedades respiratorias.
- La gripe común sí se ceba con los niños.
Este virus se parece mucho al de la gripe pero es verdad que con la población infantil funciona de forma diferente. La gripe puede provocar en los niños daños graves, como todos sabemos. Los adultos hemos contactado con la gripe varias veces a lo largo de nuestra vida opero los niños, sin embargo, están, como si dijéramos, vírgenes desde el punto de vista inmunológico. Por eso, cuando lo contraen por primera vez pueden presentar cuadros muy graves. En Estados Unidos, Inglaterra y otros países europeos se vacunan de la gripe por ese motivo a todos los niños.
- ¿Es cierto que el coronavirus es más contagioso que el de la gripe común?
Los primeros datos indican que no. El llamado «índice RO» mide el número de personas que es capaz de contagiar un paciente con un virus. En el coronavirus está entre una y cuatro personas, que son cifras muy parecidas a las de la gripe. Uno de los virus más contagiosos es el del sarampión. Cada paciente puede contagiar a quince personas. Gracias a Dios todos estamos vacunados y por eso el virus no tiene campo de propagación. En países como Etiopía, donde no se ha vacunado a la población, hay una tremenda epidemia en este momento de la que apenas se habla. También en Ucrania hay setenta mil casos de sarampión y la mortalidad de este virus es tremenda, del cinco al diez por ciento de los niños que lo contraen. Del coronavirus no tenemos vacuna, por desgracia, y por eso lo único que se puede hacer ahora es tratar de aislar el virus.
- ¿Se puede prevenir una pandemia como ésta sin una vacuna?
Ahora mismo hay 23 vacunas de coronavirus que se están desarrollando en el mundo. A partir del SARS1 se empezaron a desarrollar vacunas y hay una de ellas, que se hizo hace unos años, que se está intentando adaptar. El problema de esta vacuna, que está muy avanzada, es que no está ensayada en humanos. Todos los ensayos clínicos tienen una serie de pasos. Cuando hay una pandemia como la de la gripe de hace unos años o la del virus del ébola, todos esos pasos se aceleran. Ahora hay varios laboratorios que están trabajando en la vacuna.
- ¿Cuándo se podrían empezar esos ensayos?
En las próximas semanas o meses. Primero se harán con voluntarios y estoy convencido de que tarde o temprano tendremos una vacuna que nos protegerá del coronavirus.
- ¿Llegará tarde esa vacuna para contener la pandemia actual?
Estamos hablando de un año, tal vez, pero el coronavirus se va a quedar con nosotros y tendrá sus ciclos, de modo que será muy útil para que no se repita lo que está pasando ahora.