En la era digital actual, donde las pantallas están omnipresentes en nuestras vidas diarias, los padres y madres deben enfrentarse al reto de limitar en sus hijos el uso de la tecnología. ¿Pero sabes por qué es tan importante reducir el tiempo que los menores pasan delante de la televisión, el ordenador, la tablet o el teléfono móvil?

María Blanco Carmona, pedagoga especialista en atención temprana de Grupo IHP, recomienda limitar el tiempo de pantalla a no más de 1-2 horas por día para niños a partir de los 2 años. La razón es que el uso excesivo de estos dispositivos tiene efectos adversos en el desarrollo infantil y adolescente que te especificamos a continuación.

Riesgos asociados al abuso de pantallas en niños

• Problemas de salud física. El uso excesivo de pantallas puede llevar al niño a sufrir fatiga y sequedad ocular, dolor de cabeza o visión borrosa. Además, pasar mucho tiempo sentado frente a una pantalla contribuye a padecer problemas de postura y potencia el sedentarismo, lo que aumenta el riesgo de obesidad infantil.
• Afecta al sueño. La exposición prolongada a la luz azul de las pantallas altera los patrones de sueño. La luz azul suprime la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, lo que dificulta que los niños se duerman y descansen, algo directamente relacionado con alteraciones en su estado de ánimo.

• Impacto en el desarrollo cognitivo. Los niños que pasan mucho tiempo en actividades pasivas, como ver el móvil o jugar a videojuegos, tienen menos oportunidades para interactuar con el mundo real, lo cual es crucial para el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y de resolución de problemas.
• Problemas de comportamiento. Los niños que permanecen mucho tiempo delante de una pantalla se vuelven más irritables, impacientes y menos capaces de manejar sus emociones. Además, la exposición a contenidos inapropiados o violentos influye negativamente en su comportamiento y actitudes.

Los especialistas en atención temprana de Grupo IHP recomiendan buscar alternativas al uso de pantallas y promover actividades que favorezcan el desarrollo físico, emocional o social de los menores. Y una opción perfecta para esta época del año es fomentar el juego activo y al aire libre. 

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