Con la llegada del verano y el buen tiempo, es fundamental que nuestros hijos se protejan de la exposición solar utilizando diferentes medidas para prevenir quemaduras, como las cremas de protección solar, sombreros, gorras, o sombrillas. Pero igualmente fundamental es que se acostumbren al uso de gafas de sol.
Los expertos en Oftalmología de Grupo IHP explican que las gafas de sol pueden utilizarlas a cualquier edad, aunque habrá determinados pequeños que no soporten tener nada en la cara o en la cabeza. Sin embargo, como padres, debemos evitar que la luz solar llegue directamente a sus ojos, sobre todo en situaciones donde existe mayor reflexión lumínica (nieve, agua, etc.). Además, el hecho de usar gafas de sol de baja calidad o no homologadas hacen que el cristal oscuro dilate la pupila, lo que favorece la entrada de la radiación solar.