La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños deban ser exclusivamente alimentados al pecho durante los primeros 6 meses de vida. Después, deberían recibir complementos nutricionales adecuados mientras el amamantamiento continúa durante 2 años de edad o más. (Global strategy for infant and young child feeding. 2003).
Durante los primeros 6 meses de vida el lactante se puede alimentar exclusivamente con leche materna, o en su defecto con una leche infantil, y sus necesidades nutricionales están totalmente cubiertas. Además, la lactancia materna favorece el vínculo afectivo entre la madre y el niño. Sin embargo, a partir de los 6 meses, la leche materna no es suficiente para satisfacer los requerimientos nutricionales de los lactantes y niños de corta edad. Por ello, a partir de esta edad, se deben administrar aportes suplementarios de otros alimentos adecuados tanto en calidad como en cantidad. Si no se introducen o no son administrados de forma adecuada, el crecimiento del niño puede verse afectado.
La vitamina B12 se obtiene fundamentalmente a partir de alimentos de origen animal (carne, pescado, mariscos, huevos, lácteos). Los alimentos de origen vegetal, salvo los fortificados con vitamina B12, no contienen cantidades significativas de esta vitamina, y por tanto, no son adecuados para mantener las reservas de nuestro organismo.
La causa más frecuente en nuestro medio de déficit de vitamina B12 es la ingesta insuficiente. En los lactantes, suele ser debida al bajo nivel de vitamina B12 transferida en la gestación y en la lactancia, por parte de madres con deficiencia de esta vitamina relacionada con la dieta.
Cada vez las dietas vegetarianas están cogiendo más peso en la sociedad por diferentes motivos. Existen distintos tipos de dietas vegetarianas y el riesgo de desarrollar deficiencia de vitamina B12 depende del grado de restricción que se haga en las mismas de los productos de origen animal. Los lactoovovegetarianos y los lactovegetarianos pueden, aunque no siempre, consumir suficiente cantidad de vitamina B12. En cambio, los veganos presentan un riesgo elevado de desarrollar deficiencia de vitamina B12 de modo que, hasta un 90%, pueden presentar niveles bajos de vitamina B12 si no toman suplementos.
El feto depende de la madre como fuente de vitamina B12. Los lactantes nacidos de madres vegetarianas con niveles insuficientes, tienen riesgo de deficiencia vitamina B12, especialmente si reciben lactancia materna exclusiva y prolongada.
La falta de vitamina B12 produce alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso central y en las células de la sangre. Los síntomas pueden aparecer meses después del nacimiento, tras un periodo de desarrollo normal; consisten anemia megaloblástica, irritabilidad, anorexia, apatía, vómitos y signos de regresión en el desarrollo neurológico acompañados de retraso en el crecimiento.
Para evitar esta situación, se recomienda a las mujeres vegetarianas, especialmente las que siguen una dieta vegana, tomar suplementos de vitamina B12 durante el embarazo y la lactancia y medir los niveles de esta vitamina para una mayor seguridad. Si son deficitarias, además de tratarlas a ellas hay que tratar con suplementos a sus hijos lactantes.