La vuelta a la rutina después de las vacaciones de Navidad puede suponer un desafío tanto para los niños como para sus madres y padres. La transición de la flexibilidad de las fiestas al ritmo estructurado de la vida cotidiana genera en muchas ocasiones en los menores cierta dificultad para afrontarlo. Sin embargo, retomar los buenos hábitos es un proceso crucial para su bienestar y desarrollo.
¿Cómo recuperar la higiene del sueño, la alimentación sana y la actitud positiva hacia la escuela? Ana Cabezas Morillo, psicóloga especialista en atención temprana de Grupo IHP, comparte con nosotros consejos para facilitar esta transición de manera efectiva.
10 consejos para volver a la rutina
- Establece una transición gradual. Planifícalo de manera gradual unos días antes y después de la vuelta a las clases . Esto puede incluir ajustes progresivos en los horarios de sueño y comidas para facilitar una transición más suave.
- Revisa y refuerza las normas y expectativas. Asegúrate de que los niños comprendan lo que se espera de ellos en términos de comportamiento y rendimiento académico.
- Mantén conversaciones positivas sobre la escuela. Habla con los niños sobre las experiencias emocionantes y positivas que les esperan en el colegio. Fomenta una actitud constructiva hacia el aprendizaje y la socialización.
- Marca horarios consistentes. Una vez avanzado en la rutina, establece horarios regulares para las comidas y el sueño. La consistencia ayuda a que los niños se sientan seguros y predecibles.
- Realiza las demandas de manera lúdica. Si notamos que los peques se muestran reacios a iniciar la rutina habitual podemos levantarnos con música, hacer una cuenta atrás con un reloj para vestirnos en menos de un tiempo estimado o incluso ponernos alguna prenda especial para ir al colegio.
- Promueve una alimentación equilibrada. Proporciona opciones saludables para las comidas y meriendas. Involucra a los niños en la elección de alimentos nutritivos, lo que puede aumentar su interés y aceptación de opciones saludables.
- Incorpora tiempo de juego y actividad física. Programa momentos diarios para jugar y moverse al aire libre. El ejercicio contribuye al bienestar físico y emocional, y puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.
- Baja los ritmos antes de dormir. Las rutinas relajantes antes de acostarse, como un baño tibio o leer un cuento, ayudan a preparar mental y físicamente al niño para la hora de acostarse. Elimina las distracciones, como dispositivos electrónicos, antes de ir a la cama.
- Mantén el orden en la habitación del niño. Si ha habido avalancha de regalos, guardar algunos fuera de su alcance y ve sacando secuencialmente cada pocos días para sustituir los que están disponibles. Así jugarán, con mayor probabilidad, más tiempo y no tendrá a su alcance tantos objetos para la distracción.
- Brinda apoyo emocional. Fomenta un ambiente en el que tu hijo se sienta cómodo compartiendo sus emociones. Ofrece apoyo emocional durante esta transición, reconociendo cualquier ansiedad o preocupación que pueda surgir.
Recuerda que Grupo IHP cuenta con especialistas en atención temprana que trabajan con la población infantil, su familia y su entorno. En el grupo pediátrico andaluz somos expertos en establecer hábitos cotidianos, mejorando la calidad de vida de los niños y atendiendo a aquellos que padecen o tienen riesgo de padecer algún trastorno en el desarrollo.