Las consultas por
alergias alimentarias se han duplicado en la última década, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Además, uno de cada tres niños padece algún tipo de alergia y
se espera que esta patología afecte a más del 50% de los europeos en los próximos 10 años.
La alergia se trata de una respuesta de nuestro organismo a algún agente externo inocuo que causa una reacción inmunológica mediante el desarrollo de unos anticuerpos. Provocan una respuesta inflamatoria y, como consecuencia, ocasionan una serie de síntomas. La mayoría de las reacciones alérgicas alimentarias son cutáneas: como picores, urticarias, empeoramientos de una dermatitis atópica, etc. Y la mitad de las reacciones alérgicas alimentarias provocan síntomas digestivos, sobre todo vómitos, diarreas, etc.
En niños, los alimentos que más provocan alergias son los huevos, la leche, el pescado blanco y las legumbres; seguidos de los frutos secos, cereales o el marisco. Muchas de las alergias alimentarias son transitorias en el tiempo. La mayoría de los niños alérgicos a la leche o el huevo las superan a los 3 o 5 años de vida. Hay algunas que son para siempre, como a los frutos secos o al pescado y marisco.